domingo, 21 de septiembre de 2014

REAL MADRID Y OCHO NUEVAS RAZONES PARA ILUSIONARSE


Después del respiro que significó el 5-1 ante el Basel por la Champions, y que para muchos fue un chispazo galáctico que no logró disipar las sombras, el Madrid goleó de visitante por la Liga a un frío e irreconocible Deportivo La Coruña por 8 a 2. Lo sobresaliente del partido, además de los tres goles del incansable Cristiano y de la afirmación del galés Bale y del recién desempacado James, es que el equipo confirmó que lo del pasado martes ante el Basel no fue un impulso pasajero. Para los que dudan aún de la conveniencia para el equipo de sostener en cancha a los cuatro galácticos (Cristiano, Bale, Benzema, James), Ancelotti insiste en que esa es la fórmula ganadora, y a juzgar por lo visto, el técnico italiano parece estar saliéndose con la suya, no solo con la alineación titular que esta tarde-noche en Riazor ha demostrado contundencia, sino con los suplentes que han respondido a la confianza. Isco, que tras ingresar por el incisivo pero poco efectivo Benzema, demostró sacrificio en el medio campo y una asistencia para el segundo de Bale. Ilarramendi, quien sustituyó al silencioso y sacrificado Modric, dándole equilibrio en la media cancha, algo de lo que tantas veces adolece el equipo madridista. Y en especial el Chicharito, quien al recibir la oportunidad por Bale, se despachó con dos goles, el primero de los cuales fue una verdadera joya en medio de una noche donde hubo, además de muchas anotaciones, unas obras de gran factura, recordando los mejores tiempos del Madrid en una cancha en la que no ha sido precisamente de las más afortunadas para los merengues.

Para destacar los dos goles del chico dorado Bale, poco espectacular pero efectivo, y el golazo de James, quien de a poco se afianza en la titular justificando por qué Florentino puso los ojos en él. No se puede decir lo mismo de la defensa, en la que alinearon Ramos, Varane, Arbeloa y Marcelo, que en medio del mar de dudas que genera permitió dos goles al equipo local, uno de los cuales fue un penalti regalado por el asistente del árbitro central. En el medio campo un Tony Kroos que, como si extrañara aún la aplicación de su anterior equipo, sigue a la espera de tener un mejor socio en Modric para afirmarse como el líder del medio campo y el equilibrio que tanto beneficiaría a este Madrid que con poco sigue cogiendo la ruta que la afición espera.

Para destacar la rutilante actuación de James Rodríguez, jugando con el aplomo de un galáctico veterano a pesar de los pocos partidos, seguro en los pases y en la marca, y dirigiendo el juego colectivo del equipo, a pesar del individualismo de Cristiano y Bale. Una actuación en la que, entre otros aportes, le sirvió el tercer gol de la cuenta de Cristiano después de un extraordinario quite de balón al central del Deportivo La Coruña, y marcando un golazo desde fuera del área, demostrando los prodigios de su zurda maravillosa.


En síntesis, una gran goleada que ilusiona pero ante la que cabe guardar ciertas reservas dado que el rival, sombra del mítico “Súper Depor” de la década del 2000, no aprovechó los fallos defensivos, los cuales siguen siendo el principal defecto de este galáctico versión 2014.  

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