miércoles, 24 de septiembre de 2014

JAMES JUEGA BIEN PERO YA NO ES EL REBELDE DEL POTRERO



“La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber”
Eduardo Galeano

Lo que hizo James en el Mundial de Brasil superó las expectativas de los hinchas y permitió rememorar las grandes hazañas realizadas por astros como Pelé en el Mundial del 70 y Maradona en el 86. Esa brillante actuación y su impresionante palmarés de títulos en Colombia, Argentina y Portugal lo hicieron merecedor de elogios por parte de la crítica deportiva y de un jugoso contrato que lo llevó al encopetado Real Madrid con la idea de convertirse en el director de orquesta del equipo merengue. Luego de la presentación en el Bernabéu con miles de aficionados coreando su nombre como si se tratara de un nuevo dios del Olimpo futbolero, James se ha ido acoplando a la estrategia de Ancelotti hasta alcanzar dos buenas actuaciones en los más recientes encuentros frente al Basel por la Champions y ante La Coruña por la Liga española, marcando además un gol de antología que generó congestión en las redes sociales y en los corazones de los fanáticos.

Pero los amantes de su fútbol, los que lo hemos seguido desde sus primeros goles con el Envigado F.C. de Colombia cuando apenas era un pequeñín de 16 años, sabemos que James está jugando bien, aunque no con la rebeldía del genio que conocimos en Banfield, en el Porto y más recientemente en la Selección Colombia que descrestó en el Maracaná frente al mítico equipo uruguayo. Los grandes jugadores como Garrincha, Di Stefano, Pelé, Maradona o Romario se caracterizaron por jugar para divertirse y no precisamente por ser los más aplicados alumnos de la táctica del técnico de turno; es decir, fueron reconocidos por ser unos rebeldes cuya única arma era el balón. Basta recordar lo que hacía Garrincha en el campo de juego dejando a sus rivales sembrados en una baldosa mientras él partía, después de una indescifrable gambeta, camino del gol. O a Maradona cuando marcó el mejor gol de los Mundiales después del más genial de los actos rebeldes que recuerde la historia del fútbol.


James, con la camiseta 10 que identifica a los genios del balón, hizo historia en el Mundial de Brasil porque se sublevó frente a un fútbol cada vez más físico y realizó sus mejores trucos de magia en medio del aburridor minimalismo que predican en la actualidad los sabihondos del balón. Algo de eso es lo que esperamos ver sus seguidores y los amantes del fútbol ahora que juega en un club en el que puede pasar a la historia como el más rebelde de los genios o quedar como el más aplicado y simplista de los jugadores suramericanos que han pasado por la “Casa Blanca”. Ojalá sus actuaciones no estén por debajo de las de Di Stéfano, Hugo Sánchez y el fenómeno Ronaldo, modelos de rebeldía con el balón, porque James tiene las condiciones para ser el nuevo emblema del fútbol por placer y no del fútbol por deber.

domingo, 21 de septiembre de 2014

COLOMBIANOS SE UNEN A LA ARMADA SURAMERICANA EN INGLATERRA. Los futbolistas cafeteros en la Premier League.



La última vez que Inglaterra se las vio con un país suramericano fue a comienzos de la década de los ochenta del siglo pasado, durante la innecesaria y desigual guerra de las Malvinas que confirmó que lo del colonialismo de más de doscientos años por parte de los británicos no había sido un cuento de hadas. La revancha de esa guerra sucedió durante el Mundial de México 86, cuando Diego Armando Maradona, el mejor futbolista argentino de la historia, despojó a la selección inglesa en plenos cuartos de final de su soberbia gracias a un gol que hasta nuestros días no ha sido superado, y que estuvo acompañado por otro gol no menos espectacular en el que se cree estuvo presente la mano de Dios.

Sea lo que fuere, una cosa era propinarle una derrota futbolística a Inglaterra en tierras mexicanas y otra muy diferente ir a su territorio e invadirlos de buen fútbol. Más o menos eso es lo que viene sucediendo con los futbolistas suramericanos que militan actualmente en la Premier League. Kun Agüero, Alexis “maravilla” Sánchez, Ángel Di María, Martín Demichelis, Pablo Zabaleta, Jonás Gutiérrez, Enner Valencia, Cuchu Cambiasso, Marcos Rojo, Toño Valencia y Erik Lamela, son algunos de los integrantes de esa armada. Además de los directores técnicos Manuel Pellegrini, campeón de la Premier la pasada temporada con el Manchester City, y el uruguayo Gustavo Poyet destacado como uno de los mejores de Inglaterra al frente del Sunderland. Algo así como un “boom latinoamericano del fútbol” plagado de realismo mágico y jugosos contratos en libras esterlinas.

Los últimos en unirse a esa armada de buen fútbol son los colombianos que de a poco se toman los más importantes equipos del fútbol inglés. Y aunque hace algunos años se hablaba del Tino Asprilla, Hamilton Ricard y Juan Pablo Ángel, golondrinas que no alcanzaron a hacer verano, durante este 2014 han llegado tres nuevas estrellas al firmamento de la Premier: el chocoano Carlos Sánchez, titular en un  sorprendente Aston Villa que ya vio triunfar hace algún tiempo al ariete antioqueño Juan Pablo Ángel; David Ospina, el brillante arquero de la selección que sorprendió en Brasil 2014, esperando turno en el poderoso Arsenal para demostrar por qué ha sido reconocido como uno de los grandes guardametas de la actualidad. Y Falcao García, la figura estelar de un Manchester United que espera retornar a la escena mundial gracias a los goles y la fantasía del delantero cafetero. Eso sin contar con los colombianos que militan en otras divisiones del fútbol inglés, como Hugo Rodallega que sigue afianzándose en el Fulham de la Championship, Angelo Balanta del Bristol Rovers y Víctor Zapata del Banbury United F.C.


Aunque por ahora son pocos, de seguro para las próximas temporadas desembarcarán en la Premier League nuevos comandantes cafeteros del gol para seguir acrecentando el poderío de la armada suramericana en Inglaterra y en los demás campos europeos donde se escenifican las grandes gestas futboleras. 

EDUARDO GALEANO A SOL Y SOMBRA



Los que alguna vez han estudiado historia de Latinoamérica (me refiero a la verdadera historia), recordarán un libro de ineludible lectura: Las venas abiertas de América Latina. Pues bien. El autor de ese libro esclarecedor y para muchos difícil de leer, Eduardo Galeano, no es solo un uruguayo capaz de contarnos la historia que no conocemos sino un enamorado del fútbol. Como bien dice en algún lado “todos los uruguayos nacemos gritando gol”. Es decir, un uruguayo sería difícil de comprender sin el fútbol. Galeano, haciendo honor a esa pasión ha publicado múltiples artículos sobre el deporte nacional de los uruguayos, los cuales han sido recopilados en un libro titulado El fútbol a sol y sombra y otros escritos, una verdadera joya para los amantes de la buena literatura y del deporte de la esférica y los veintidós guerreros.


El Fútbol a sol y sombra no solo nos habla de aspectos básicos del fútbol como el gol y el estadio, sino de momentos inolvidables de la historia del fútbol como el Mundial del 50 (el del maracanazo) y el gol que Maradona marcó cuando tenía solo doce años y jugaba en un equipo de pequeñines llamado “Cebollitas”, cuyo único anhelo era jugar fútbol por divertirse, no por dinero. Cosas por el estilo son las que encontramos en este libro en el que Eduardo Galeano nos lleva a través de los sentimientos que genera este deporte paradójico y delirante. Una buena lectura para los amantes del fútbol. Aquí el enlace para que no se queden sin disfrutarlo, aunque lo mejor sería tenerlo en casa, al lado de la pelota, del afiche y de la camiseta del equipo de nuestros amores.

http://www.bsolot.info/wp-content/uploads/2011/02/Galeano_Eduardo-El_futbol_a_sol_y_sombra.pdf

REAL MADRID Y OCHO NUEVAS RAZONES PARA ILUSIONARSE


Después del respiro que significó el 5-1 ante el Basel por la Champions, y que para muchos fue un chispazo galáctico que no logró disipar las sombras, el Madrid goleó de visitante por la Liga a un frío e irreconocible Deportivo La Coruña por 8 a 2. Lo sobresaliente del partido, además de los tres goles del incansable Cristiano y de la afirmación del galés Bale y del recién desempacado James, es que el equipo confirmó que lo del pasado martes ante el Basel no fue un impulso pasajero. Para los que dudan aún de la conveniencia para el equipo de sostener en cancha a los cuatro galácticos (Cristiano, Bale, Benzema, James), Ancelotti insiste en que esa es la fórmula ganadora, y a juzgar por lo visto, el técnico italiano parece estar saliéndose con la suya, no solo con la alineación titular que esta tarde-noche en Riazor ha demostrado contundencia, sino con los suplentes que han respondido a la confianza. Isco, que tras ingresar por el incisivo pero poco efectivo Benzema, demostró sacrificio en el medio campo y una asistencia para el segundo de Bale. Ilarramendi, quien sustituyó al silencioso y sacrificado Modric, dándole equilibrio en la media cancha, algo de lo que tantas veces adolece el equipo madridista. Y en especial el Chicharito, quien al recibir la oportunidad por Bale, se despachó con dos goles, el primero de los cuales fue una verdadera joya en medio de una noche donde hubo, además de muchas anotaciones, unas obras de gran factura, recordando los mejores tiempos del Madrid en una cancha en la que no ha sido precisamente de las más afortunadas para los merengues.

Para destacar los dos goles del chico dorado Bale, poco espectacular pero efectivo, y el golazo de James, quien de a poco se afianza en la titular justificando por qué Florentino puso los ojos en él. No se puede decir lo mismo de la defensa, en la que alinearon Ramos, Varane, Arbeloa y Marcelo, que en medio del mar de dudas que genera permitió dos goles al equipo local, uno de los cuales fue un penalti regalado por el asistente del árbitro central. En el medio campo un Tony Kroos que, como si extrañara aún la aplicación de su anterior equipo, sigue a la espera de tener un mejor socio en Modric para afirmarse como el líder del medio campo y el equilibrio que tanto beneficiaría a este Madrid que con poco sigue cogiendo la ruta que la afición espera.

Para destacar la rutilante actuación de James Rodríguez, jugando con el aplomo de un galáctico veterano a pesar de los pocos partidos, seguro en los pases y en la marca, y dirigiendo el juego colectivo del equipo, a pesar del individualismo de Cristiano y Bale. Una actuación en la que, entre otros aportes, le sirvió el tercer gol de la cuenta de Cristiano después de un extraordinario quite de balón al central del Deportivo La Coruña, y marcando un golazo desde fuera del área, demostrando los prodigios de su zurda maravillosa.


En síntesis, una gran goleada que ilusiona pero ante la que cabe guardar ciertas reservas dado que el rival, sombra del mítico “Súper Depor” de la década del 2000, no aprovechó los fallos defensivos, los cuales siguen siendo el principal defecto de este galáctico versión 2014.